Mati tenía cuatro
años. La mamá lo había llevado por primera vez al dentista. Después de
revisarlo éste le dio el diploma de los dientes limpios.
Una semana
después, su tía Rocío lo estaba hamacando en la casa del abuelo y conversaban de
diferentes temas.La tía le preguntó si su jardín de
infantes era grande.
-Sí, es enooorme
-le contestó Mati-. ¿Y la facultad donde vos estudiás?
-Mi facultad es
inmensa -le dijo Rocío-, cuando yo me reciba y me den el diploma vas a venir y
la vas a conocer.
Entonces Mati se
quedó un instante pensando y le preguntó con curiosidad:
-¿Y te van a
mirar los dientes?
Para Martu, con mucho amor, todo el éxito,
tiaflavita