5 de enero de 2015

María y el ángel, un cuento de Navidad

María y el ángel, un cuento de Navidad

Pocos días atrás, Laura se recibió de profesora de yoga. Hacía tres meses que se había mudado a un departamento en el séptimo piso, el último (“como el séptimo chakra”, pensó). En realidad, el edificio tenía un piso más arriba al que se accedía por escalera. “Esta es ya es una energía superior”, se dijo. A medida que iba conociendo a sus vecinos y los pisos en que vivían, ellas los iba relacionando con los distintos chakras a modo de juego. Todavía no conocía a los vecinos del octavo. Todo lo que sabía era que vivía una señora mayor con su hija. Así le había comentado la encargada.
Un día se cruzó por la escalera con la señora y se saludaron con una sonrisa. Esa noche Laura tuvo un sueño interesante. La vio a María y a un ángel junto a ella. “Buen sueño para la época de Navidad”, pensó.
Unos días después, bajó con las vecinas en el ascensor. Cuando les preguntó el nombre, la señora mayor le dijo: “Yo me llamo Ángela, pero me dicen Angelita. Y mi hija, María”. “Evidentemente mis vecinas tienen una energía muy especial”, pensó. “Yo me llamo Laura, encantada, y vivo en el séptimo chakra”, agregó distraída.



Para María y Angelita, mis super-vecinas. Muchas felicidades en este 2015 que está comenzando.